Sirven de ejemplo las portadas de la revista Gioventù Fascista, protagonizadas casi en su totalidad por Mussolini haciendo deporte o asistiendo a alguna competición. Mussolini era fotografiado mientras practicaba sus deportes favoritos, y luego esas fotografías copaban las portadas de la prensa. Athletic Club. Personalmente, estoy un poco decepcionado por las equipaciones que New Balance ha presentado para el Athletic. Esta sierra ingletadora posee un motor de 1200 W de potencia y un nivel láser que actúa como guía para posibilitar cortes precisos de forma sencilla y cómoda. Con este sistema se decidieron cosas tan dispares como la conveniencia de realizar concentraciones, los fichajes, los contratos de patrocinio y publicidad, los precios de las entradas y hasta el menú de la cafetería. Lo que necesitaba el Corinthians era un ejercicio de democratización de las decisiones del club, supervigo una democracia directa. El club, con Sócrates a la cabeza, comenzó a liderar el proceso ciudadano por las elecciones a la par que se alzaban con dos campeonatos paulistas.
Sin rasgarse las vestiduras -desde 2,40 euros- podrán disfrutar de una gran carne mechá, ensaladilla de langostinos, solomillo de atún ahumado, huevos de codorniz con chorizo o champiñones a la plancha con jamón. Si no tienes un rodillo, puedes usar una brocha ancha. Esta idea provocó concentraciones y manifestaciones multitudinarias por todo el país y el Corinthians se sumó al movimiento mediante una campaña publicitaria, al igual que hicieron intelectuales, artistas o sindicalistas. En las multitudinarias manifestaciones de 1984 participaron artistas como el cantautor Gilberto Gil, que dedicó al equipo la canción «Andar com fe»; o como los activistas, y futuros presidentes del país, Fernando Henrique Cardoso y Lula da Silva. Estos sistemas políticos, que controlaban todas las esferas de la vida cotidiana del ciudadano, veían en el deporte una herramienta perfecta para movilizar a la población, un extraordinario medio de propaganda y de control social. En 1983, el senador Teotônio Vilela lanzó su propuesta «Diretas já» con la que exigía la elección del presidente de Brasil mediante elección directa.
Durante la década de los cincuenta, el binomio fútbol y cine tuvo su momento de máximo apogeo cuando el auge de la industria cinematográfica coincidió con las victorias continentales del Real Madrid y los éxitos de la selección. Las franjas tan gruesas de la primera equipación al final dejan un efecto chaleco que no me termina de convencer. En otras situaciones, las pasadas corporales funcionan de la misma forma que las pasadas. La intención del régimen de controlar las influencias extranjeras en el fútbol llevó también a limitar la presencia de jugadores foráneos, permitiendo solo los fichajes de latinoamericanos de ascendencia italiana. Una lucha interna entre sus dirigentes, Vicente Matheus y Waldemar Pires, acabó por llevar a la dirección general del club a un joven sociólogo que de fútbol sabía más bien lo justo: Adilson Monteiro Alves. La cinta de enmascarar funciona bien para este propósito. Este nuevo fenómeno, que transfigura la sociedad italiana, se convierte en el paradigma que explica el uso del deporte con fines políticos.
Según estudios académicos, el uso adoctrinador del deporte por parte de la Alemania nazi tuvo mayor extensión y eficacia, mientras que durante el franquismo tuvo mayor longevidad. El auge del deporte lleva durante estos años a la construcción de nuevos estadios para albergar a las decenas de miles de espectadores que acuden a las competiciones. Durante los años treinta, camisetas de futbol los ídolos deportivos adquieren un estatus similar al de otras estrellas del espectáculo. AC Milan. Tras 20 años con Adidas, uno de los grandes clubes históricos de Europa, el AC Milan, se va a la otra gran firma alemana, Puma. A estos debates se unieron dos nuevos miembros: Wladimir Dos Santos, que había sido sindicalista en el noreste de Brasil, y Walter Casagrande, un chico de diecinueve años que tenía un grupo de rock. En mayo de 1926, Mussolini estuvo presente en la inauguración de una de las primeras grandes instalaciones construidas, el estadio Littoriale de Bolonia, al que siguieron otros complejos deportivos como el Benito Mussolini de Turín. El deporte permitía al fascismo introducir en los grupos movilizados los valores y símbolos de la nueva religión laica —según la terminología de Emilio Gentile—, que sustituía a todas las ideologías y creencias existentes hasta entonces.