Stroll está cada vez más descolgado del mexicano. Yo me tiro, les muestro lo que hago, les mando fotos del museo. Así logró comprarle prendas únicas a Miguel Ángel Piazza, que terminó cediendo tras cuatro años de llamadas. Los jugadores ahora tienen clarísimo el valor de lo que tienen. “Así que la gente debería estimar el riesgo más alto y eliminarlo”, señaló Khoroseva.