El diseño está basado en el escudo del club y promete romper moldes, como ya viene siendo habitual, a la vez que despertar polémica, también a la orden del día en el Camp Nou. La idea expresada por el club es que el equipo jugara un partido con esta camiseta en la que se inmortalizará los nombres de estos abonados como una muestra más del apoyo inquebrantable al Betis en los momentos más complicados y estará expuesta en el futuro Museo del Estadio Benito Villamarín.