Si Independiente ganaba, empataba o perdía, no importaba porque la gente se iba satisfecha por el alto nivel de juego que se presentaba. La expresión futbolera de Paladar Negro nace justamente en las plateas de Independiente y se refiere a la exquisitez del fútbol mismo, al juego de habilidad, al perfeccionismo en la cancha. Porque tanto al equipo como a los hinchas, amaban ese tipo de juego.